Miércoles Viscerales
Estoy enamorado de mi peor versión. De esa que no para de
quererlas a través del espejo. De rozarles la piel y sentir mis dedos. Deliberada y desinteresadamente besar.
Armo este castillo junto a la orilla, cumplo cada capricho,
el puente que sube y baja, los caballeros armados, las torres altas, la
doncella dormida. Cuando termino dejo que el agua se lo lleve. Mañana voy a
hacer otro, más grande.
Tengo los anteojos espejados del lado de adentro, y una
alfombra azul para caminar, pero que no me dejan tocar. Entonces floto, y sigo... hasta
que me bajen.
El de pantalones rayados.
(Imagen: El Incal, Moebius-Jodorowsky)
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