martes, 9 de abril de 2013

Pepsi Music Día 2

2:18 a.m. Posted by DC No comments
TWO DOOR CINEMA CLUB - THE HIVES - THE BLACK KEYS - PEARL JAM

El sonido en este escenario ya variaba en distribución para la re-amplificación, era sabido que la asistencia seria mayor a la del día anterior, por eso en esta ocasión encontrábamos un dos por lado en Line Arrays, un diez por lado en
amplificadores de frecuencias bajas. Y detrás del FOH (torre del sonidista y transmisión radial) había, más pequeños pero no tanto como los sidefills, cuatro arreglos lineales para los sectores más alejados.



Two Door Cinema Club arranco pasadas las 16 horas. Hicieron un buen show, mantuvieron la propuesta estética que se venia viendo en el festival, un telón con el nombre de la banda. Y el sonido estuvo acorde, limpio, claro. Sin tener un gran conexión con el publico, tampoco desentonaron, por ahí si para aquellos que esperaban con ansias a Pearl Jam.

Nota de Color: Vi el día anterior a Josh Homme tomar vodka y cervezas de botella transparente, vi a los Kaiser Chiefs beber cervezas de botella verde, vi a Eddie Vedder (como de costumbre) sacar mas de una botella de vino, pero al cantante de TDCC, a ese pibe con look de Palermo un domingo al mediodía, lo vi tomarse una Quilmes en lata, a lo barrio, bien por Alex Trimble.


            The Hives, por dios, The Hives. Estos muchachos, este grupo de Suecia puso el escenario entre dos panes, lo untaron con el público y se le deglutieron de un bocado mientras le hacían el amor a una groupie y la rockeaban con toda. Muy, pero muy buen show, plagado de los Hits que conoce todo el mundo, con los hits que reconoce el ámbito del rock y temas que no son ni corte difusión. Pelle Almqvist, o Houling como se hace llamar (cuya entrega me hizo acordar a Ricky Wilson de Kaiser Chiefs la noche anterior) saltó, gritó (“soy el rey del rock and roll, aquí, esta noche”), se subió sobre los retornos de escenario, corrió, bajó con el publico, (siempre ayudado de sus asistentes lookeados como Ninjas), y canto como si fuera el ultimo show. Una vez mas apreciamos la intención de querer hablar nuestro idioma, de querer hacerse entender; esta vez creo que evocaba mas a un español aprendido en épocas pasadas, ya que no poesía un machete sino que repasaba en su cabeza las palabras que debía usar. Palabras como “Uno Cantante” refiriéndose a “una canción” o “¿Están
preparidos?” queriendo ser “están preparados”, eran solo errores simpáticos de alguien que quiere hablar en un idioma que no domina, y con los que el público se reía. La banda sonó increíble, seguramente no tardaremos en ver a unos Hives con problemas cervicales, lo que zarandeaban su cabeza estos muchachos.

Párrafo aparte para Niklas Almqvist, el loco lindo. Arrojando sus púas constantemente, bajando a tocar con la gente en más de una oportunidad, haciendo caras, y gestos sexuales con el instrumento, otro verdadero showman. Como en pasos coreográficos en la presentación de cada músico coordinado con la iluminación, o como cuando todos se quedan inmóviles durante unos segundos con los aplausos como colchón sonoro, o en la vestimenta de cada uno, se evidenciaba que nada estaba al azar en el show de The Hives. El único momento
fallido fue cuando quiso jugar con el público y les pidió que se sentaran, la respuesta fue un sonoro no, un poco por la parquedad del sector Vip, y otra porque era realmente imposible en el sector general del campo. Una cabeza pegada a la otra, todos apretados. No hubo caso por más que insistió, el show continuo y quedo solo en anécdota.

            Gran inicio con Come On!, y puntos altísimos durante Walk Idiot Walk, , Hate to Say I Told You So, Go Right Ahead y con la introducción a cada músico, Tick Tick Tick Boom, solo nueve canciones pero que rindieron durante el show debido a las actuaciones de Houling que lo alargaron.

            La gente quedó encantada, agito en cada tema, y se quedo con un grato recuerdo de esta banda Sueca. Acá la lista completa.

            
En cuanto a la iluminación, no vario bastante de lo que ya se venía viendo, estuvieron un poco de mas, dado que todavía era de día, al menos en los primeros temas. Un telón de fondo con la imagen de un titiritero “diabólico” y no mucho más, lo principal era lo que estaba sucediendo con los músicos.
              Aquí una parte del show:





            Ahora sigamos con el tema que mas ocupo el murmullo de la salida, luego del repaso sobre el show de Pearl Jam: como gusto The Hives y como no tanto The Black Kiss para aquellos que no conocía a ninguna de las dos bandas.

            En cuanto a la poca conexión de The Black Keys con el público (y aquí emito una impresión totalmente personal) no estoy de acuerdo con las versiones que hablan de parquedad de la banda, sino una cuestión de forma de ser, mas una timidez que cierta brusquedad en el trato. Dan Auerbach (guitarra y voz) parece ser mas de esos artistas que se expresan por su música ya que les es difícil hacerlo de la manera mas regular. No es fácil para todos ser un showman, Eddies Vedders, Rickys Wilsons o Niklas Almqvist, no son los que pululan. Quedó evidenciado a mi entender, justo antes de Lonely Boy, cuando este lanzo un “Can you help us out with this one” (pueden ayudarnos con esta), y al no recibir respuesta del publico, esta vez reiteró gritando y alejándose del micrófono con gesto que da la impresión de timidez reclamo, “¡Can you help us out!”. Luego comenzó el riff inicial de uno de sus Hit, la gente conectó, y (por lo menos por los sectores menos fundamentalistas) hubo saltos y cantantes en balbuceos que pretendían ser ingles.

            Yo creo que el show de The Black Kiss fue soberbio, el guitarrista se toco la vida, como solemos decir, y la fuerza Patrick Carney en la bateria estuvo a la altura de su compañero, un show para conectar mucho mas musicalmente que con los artistas en si, y su extroversión. Tal vez el fallo fue la exposición de la banda ante un publico netamente festivalero, que esperaba a Pearl Jam y que venia de una actuación eufórica de The Hives. Pero a mi entender estoy agradecido de poder haber visto a esta gran banda en vivo (una sensación rara, ya que pague por ello).

            El sonido estuvo impecable como venia siendo desde Two Door Cinema Club, con la salvedad del bombo extremadamente fuerte, que nos acompañaba desde el día anterior y que fue arreglado durante el show de Pearl Jam.

            Sin duda The Black Kiss es una banda para ámbitos más reducidos, algo más “intimista” (como tanto les gusta decir a los que redactan notas sobre música). Pero estuvo a la altura de las circunstancias. Son solo dos, por momentos se sumaba un bajo y algunas teclas, pero son dos arriba de un escenario grande. La fuerza sonora de estos dos músicos oriundos de Ohio, con los machaques a la batería, y una guitarra distorsionada con tres micrófonos (pickups) de doble bobina en ella (otro punto de comparación con The White Stripes) por momentos tocada con púa y por momentos con los dedos (a lo Mark Knopfler) es innegable.

           
Los puntos altos de este show fueron para Houling, Gold on the Ceilling, y Lonely boy, sus hits y los temas mas reconocibles de este dúo.

            Pero yo destaco (y colocamos el video) este.



            Esta fue la primer banda que cambió la propuesta estética sobre el escenario, el duo expuso la batería bien al frente del escenario, detrás de ella el bajista y el tecladista, y detrás de ellos cuatro pequeñas torres donde los reflectores fijos,  jugaban con el contraluz y las siluetas de la banda; y en el ultimo tema, se encendió un letrero iluminado que rezaba el nombre del grupo.

           

Audio completo del Show tomado de Radio Metro951

 



              

        Pearl Jam… que decir de este conjunto que sentó junto a Nirvana las bases del Grunge, en esta cuarta presentación en nuestro país (en 2005 hicieron dos fechas), siguen sorprendiendo y no tanto. Porque los momentos emotivos son casi calcados, la lista de temas siempre varía, y la entrega es siempre máxima y renovada.

            Fue el único show del festival donde se corrigió el tema del bombo muy fuerte, y luego de esto el sonido fue impecable, clara y bien inteligible la voz, la guitarras se lograban diferenciar entre una y otra, cuestión difícil de lograr en una mezcla en vivo. El bajo siempre presente, y las teclas impecables. No aturdió, y sonó fuerte, como debe ser para una banda de Rock.



            Una vez mas el show se inicio desde abajo, desde la parsimonia de Release llegamos al frenético Even Flow, entre otros temas recibimos por primera vez a In Hiding (muchos lo esperábamos desde el 2005 junto con otras seis o siete que cada uno tiene y que siempre van a faltar, para los más seguidores el setlist perfecto es temporalmente imposible), volvimos a saltar con el ramonero I believe In Miracles, y dos nuevas perlitas, que los mas fanáticos ya habíamos visto en videos de sus giras, y que realmente esperábamos que se repitieran por estos lares, uno es el agregado de Save It For Later (English Beat) sobre el final de Better man, y otro es la inclusión del tema Its ok de Dead Moon, adaptado al castellano (como ya lo había hecho en mas de una oportunidad en México) sobre el final de Daughter, una especia de medley que suelen hacer. Le pidió al publico que hagan el coro repitiendo “esta bien”, la pronunciación no fue la mejor sobre la primer frase “sabes que te quiero como ayer”, le costó bastante, se rió, pero la repitió hasta que le salió. Y continuamos con el griterío, ovacionado por el público, “Este soy yo, esta es mi vida, esta es mi oportunidad. Este soy yo, esta es mi paz, tal vez no hay mañana no”. Otro lindo momento fue con el calmo Just Breath, un silencio respetuoso al ambiente que le otorgaban las teclas de Spoon Gaspar a la voz y guitarra clásica de Eduardo, solo interrumpido por el público durante el coro.

            

       Se puede ver en la imagen de la lista de temas una línea que liga Animal con Just Breath, eso es porque se omitió Present Tense, una pena, y luego se reemplazó (se vió claramente como Vedder les apuntaba a sus compañeros) Porch por Rocking in the Free World, la sintió, diría conocido conductor radial.

            La gente: Lamento decir que PJ ha creado un monstruo, sabemos que es parte de la mística en los shows dados en argentina, el cantito de hinchada de futbol haciéndole saber a la banda que se los quiere de la misma forma, que un persona quiere a los colores de su club (y eso en nuestro país es decir muchísimo), pero esto ya es el colmo. He llegado a escuchar chistidos hacia un grupito mientras cantaba el “ole ole ola” no dejando escuchar las palabras entre tema y tema del
frontman. Y sinceramente, me fue por momentos difícil apreciar los solos de Black, Alive o Even Flow, con la gente coreando, visto y considerando que la banda le otorga un momento a la conexión con el público en cada uno de esos temas. Este tipo de conexión, las palabras de Eddie Vedder de agradecimiento, los gestos de Mike McCready señalando en forma de “uno por uno” y tocándose el corazón, Jeff Ament poniéndose la camiseta de la selección Argentina de Básquet de Fabricio Oberto (reconocido fanático de la banda y que estuvo desde un costado del escenario presenciando el show) es algo que transformó en un ritual especial cada una de las cuatro presentaciones que la banda de Seatle hizo en nuestro pais, pero se les ruega desde DiscoCuadrado, en los solos de guitarra, escuchemos a la banda.
            La entrega de la banda en el escenario es desgarradora, el único mas calmo es Stone Gossard, pero los otros tres que se pueden mover (Matt Cameron y Spoon Gaspard están atados a su instrumento) saltaron, y se agitaron constantemente, ya no corriendo ni colgándose de las estructuras como en sus años mozos, pero muy bien para los cincuenta y tantos que acusa cada uno.



            Como de costumbre el show finalizo a luces encendidas y en forma de saludo afectuoso, con Yellowled Better (esta vez sin ser versionada con Little Wing de Hendrix como en La Plata el 2011).
           Pearl Jam se despidió una vez mas de la gente, el predio Costanera Sur se fundió en una ovación alargada, para lentamente retirarse sabiendo que había visto una de las bandas con más historia del momento, y de mejor química con el público argentino.

El show completo

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