"Cotsa" tocó ayer jueves 02 de Octubre en el Luna. DiscoCuadrado estuvo ahi; y como no ibamos a estar, si el rock drogadicto es lo más. (Si no, preguntale al Pity).
Por: mB-dC2
Es la cuarta
visita. Es mi segunda. La primera en un estadio cerrado. Para el Cemento de
2001 era un púber, y mi debut fue en el Pepsi del 2013 en Costanera Sur.
Era imposible no querer
verlos nuevamente luego de esa hora treinta, hora cuarenta. Se hacia imperioso, aunque, ya dicen: lo bueno, si es corto, dos veces bueno. Tal vez, pero nos quedamos con ganas de más, ganas de Feel Good Hit of the Summer, In My Head, I Never Came. Cuentas a saldar este jueves. Al menos con las dos primeras :(
verlos nuevamente luego de esa hora treinta, hora cuarenta. Se hacia imperioso, aunque, ya dicen: lo bueno, si es corto, dos veces bueno. Tal vez, pero nos quedamos con ganas de más, ganas de Feel Good Hit of the Summer, In My Head, I Never Came. Cuentas a saldar este jueves. Al menos con las dos primeras :(
No voy a reparar en los soportes porque no vimos a Connor
Questa, y al gordo ese que tocaba la viola a Alain Johannes tampoco, al
menos, un suficiente tiempo como para contar que onda, pero básicamente bien.
Primero vamos a lo malo de QOTSA. No hicieron I Never Came, Firts It Giveth, Everybody Knows That You’re Insane, Long Slow Goodbye, You
got a Killer Scene There Man, Tangled Up In Plaid y Misfit Love (estas últimas dos dolieron). El resto,
todo bueno, todo genial.
Alejado del pogo y los primeros lugares que me vieron como
un energúmeno alienado en el barro chocolatoso de Costanera Sur allá por el 2013, me coloqué en
un lugar donde pudiera ver y disfrutar sin sobresaltos el show que brinda esta
banda, a la que ya Stoner le queda chico –durante el show pensaba: ¿Techno Hard
Rock? ¿Industrial Stoner? ¿Acaso importa?.
Y show no es una palabra para nada desacertada, porque el espectáculo
de precisión, cual reloj suizo, que estos sacados logran arriba del escenario es
por momentos hipnotico. Reparé luego en lo divertido que es, cuando te percatás, únicamente
hacer danzar la mirada en cada integrante mientras se mueven entre guitarras, sintetizadores,
coros, percusión y guitarras de slide, con una facilidad envidiable. Cuando ya conocés como viene la mano, te podés anticipar a
ver como es que van a llegar a esta parte donde el corte es simplemente tocar
las cuerdas ahí, entre del cuello y las clavijas, o dejar el riff roto
y sucio, para encarar las teclas. Y el hijo de puta llega, y llega bien, el tema
sale genial, y No One Knows suena de puta madre.
(También en el 2013 fue la segunda de la lista, como para
decir: Vamos mierdas, ¿Que se creían? ¿Que esto no había empezado ya? -porque The Lost Art of Keeping a Secret te la mete de a poco, con delicadeza)
Momentos que son la puta raja (como diría alguien de alguna nacionalidad que ya no recuerdo) son aquellos en los que nos sumergimos en las atmosferas de cadencias prolongadas con The Vampyre of Time and Memory, y Kalopsia, o cuando Make It With Chu nos provoca un asalto de sensualidad a los sentidos (fuaa).
No es casual, dicho todo esto, que su último disco se llame:
Like Clockwork. Tampoco es casual que el actual baterista sea un ex Mars Volta.
El público como siempre, entregando, lo que el artista pide
en algún punto, devolución. En los “Oh Oh Oh” de No One Knows y Burn the
Witch, y en los “Ole ole ole ole QOTSA, QOTSA” o “Colo, Colo“ en su versión personalizada (que
me pregunto si alguno tiene la más puta idea de lo que se les está cantando).
Después de casi dos horas y media, y de recorrer una sarta
de temas que bien pudieran ser incluidos en esos compilados falopa que arman
las compañías discográficas (porque la mayoría son ”hitazos”), nos vamos a la
pantomima de los bises. El encore, la despedida tan actuada como necesaria para tomar aire y prepararnos
para lo que muchas veces es, lo mejor, las rarezas, o las gemas, que nos entrega
un grupo en estado total de embriaguez y excitación, luego de lo que suponemos
es dejar todo sobre ese escenario repleto de cables y humo.
Y sale el colorado nomás, y la gente grita “Mexicola,
mexicola” y Homme dice Mexicola, y Mexicola es. En el set-list que pegamos
ahí abajo dice “requested by the crowd” lo que sería "pedido por el publico",
solo me entra la duda por lo corto entre que esa masa de energumenos empezó a
gritar hasta que arrancó el tema. Pero si es asi, me caen mejor todavía.
Poco dialogo, algunas palabras en español (siempre veo como
algo bueno que intenten la comunicación en el idioma del lugar donde tocan),
mas los nombres de algún que otro tema, "you have been a great audience tonight"
y al cierre con Song for the dead, y asi es pues, la cancion para la muerte,
porque el show terminó, esta fecha se murió, y colorin colorado, ¡La puta madre que los parió a
todos que bueno que es ver QUEENS OF THE STONE AGE en vivo!
Fotos: Anabella Nolasco para Rollingstone.com.ar
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