Esta vez sin preambulos, con ceño fruncido nuestro Viejo de Asfalto nos dejó el manuscrito que en DiscoCuadrado virtualizamos.
La vida no es facil
Texto Décimo primero
"La vida es fácil, he escuchado repetidamente. Si quieres
hacer algo hazlo, si no, no lo hagas. Si encontraste la persona que te hace
feliz, quédate con ella, si no lo sos a su lado, aléjate. No te gusta tu vida, cámbiala. El hombre
propone y dios dispone. Si sucede es por
algo, a lo mejor está escrito de esa forma. Falso, falso, ¡Falso! Nada más
alejado de la realidad, nada más cercano al facilismo. A pesar de ser estos
postulados harto esenciales para tener un transcurrir armonioso, (al menos los tres
primeros) su realización no está nunca despojada de variables, variables a la
que estamos sujetos ya sea por responsabilidades, por las relaciones
interpersonales, o simplemente por nuestras decisiones pasadas.
Soy de los que
cree en el Principio de Determinación, la ley de la causalidad. No concibo una
vida escrita de ante mano, en la que no somos artífices de nuestro devenir, o
una vida regida por casualidades en que las cosas se dan por mera coincidencia.
La vida es demasiado asombrosa para ser una sucesión caótica de eventos al
azar. Tampoco soy de los que cree en “ese” ser superior que nos rige desde un
estado elevado, y determina que es lo que nos conviene en base a la intención de
nuestras acciones.
El hombre hace, constantemente pone un funcionamiento su
mente y su cuerpo, à la poursuite de
obtener algún resultado, por hedonismo,
por esnobismo, por conveniencia económica, amorosa o espiritual y cada
resultado se pone en juego, e interactúa con el resto de objetivos alcanzados
por las personas en la misma, o distintas regiones. Así mismo, en el desarrollo
de cada acción sin saberlo desencadenamos procesos que generan otros, y que
conviven y se enlazan con las acciones que realiza otra serie de personas.
Causalidad, esto provoca aquello. No hay algo, por más minúsculo que sea, que
no provenga de la interacción con otras situaciones a la que no estamos en
facultad de decidir su accionar. Por ello, cada vez que debemos tomar una decisión
sobre nuestro devenir, se hace imperiosa la evaluación. Razonar, imaginar,
ejemplificar, antagonizar. No es una locura que esto nos provoque stress, no es
una locura con los córtex del cerebro utilizados constantemente en pos de una decisión,
se cansen, se saturen y den la impresión de una nula resolución, y es que a
veces esto puede ser así. Las causas que nos llevaron a realizar ese
planteamiento ya están sobre el tablero, y las consecuencias pueden ser
perjudiciales para nosotros mismos a corto o largo plazo, o no, simplemente ser
perjudicial para alguien que apreciamos demasiado, (a corto o largo plazo) a lo mejor por
un lapso de tiempo acortado, pero que nuestra empatía nos impide
desarrollar.
La vida no es fácil, solo es cuestión de sentarse y analizar, o arriesgarse y atenerse a las consecuencias que esto
provoque, y eventuales causas de otras situaciones que esto genere. Fácil no
entra en la vida de un adulto, y no está mal preocuparse, mas no, no ocuparse;
imposible tampoco, será cuestión de evaluar la dificultad y tener en cuenta la
Ley Determinista, el principio de las causalidades.
Complicada, ese es un adjetivo que puede ajustarse un poco más
a la realidad. El ejercicio de la meditación espontanea o el razonamiento en detenido
es lo que hará desmembrar los lazos de la dificultad, complicado no es una mala
palabra, no es un adjetivo errado, es solo una característica."
El de pantalones rayados, y asi misma esta su razón.
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