La duplicación de música y películas no fue un hallazgo de la era digital. Desde la etapa VHS hasta la fase del DVD, muchos ensayaron grabar temas de la radio o programas del cable. Buscando exceptuar a los pequeños infractores, un estudio del Estado suizo determinó que las descargas de Internet no inciden en las ganancias de las productoras.
El reporte confeccionado a pedido del Senado helvético señala que en la situación actual, en donde la piratería está en pleno auge, las industrias del entretenimiento no pierden dinero y que además sus ganancias se mantienen constantes.
Y aunque los ingresos merman en determinadas áreas del negocio, en otras, como la asistencia a los recitales, los videojuegos, la aparición de músicos en cine y televisión, la venta de música por Internet y los gastos en merchandising, suben notablemente.
“La mayor participación de las compañías es en la venta de música: sea física o digital. Los accesorios, recitales, acuerdos con otras marcas y demás participaciones, son de nivel secundario.
No hay que olvidarse que el disco es el punto cero de todo el modelo ”, explica Diego Villanueva, director de Marketing de Warner Music.
En uno de los apartados, el informe recomienda que la industria debe adaptarse a los cambios tecnológicos y afirma que la amenaza de que estos avances frenen el desarrollo cultural no tiene fundamento. (*)
Sobre este punto incandescente, el diputado Julio Raffo (Proyecto Sur), experto en derechos autorales, explica que “lo que hizo Internet fue poner en crisis a los intermediarios, que se encargan de convertir a la obra en una mercancía y no a la creación, eso siempre va a prevalecer. Tanto las entidades recaudadoras como los sellos musicales, están amenazados en su existencia porque su paradigma pertenece a otro tiempo y en la actualidad, ir contra Internet es atentar contra la cultura ”. (**)
No es ninguna novedad que la fortaleza económica de los músicos se apuntala en los show y festivales. Aunque la obligación para que un grupo salga de gira siempre fue editar un material en algún formato.
“Esto es relativo, porque hay algunas bandas chicas que no llegan a cortar mil entradas. En la Argentina, el negocio sigue siendo vender discos.
Si la gente se baja los discos, acá perdemos . También en cierto que el modelo se diversificó y ahora no se trata de vender álbumes sentado en un sillón. Hay que estar más atento a todo lo que sucede en Internet”, señala Miguel Mora, label manager de Universal.
Para establecer una diferencia entre el que lo hace para consumo personal y el que tiene fines comerciales apuntó que no hay razones para cambiar la legislación que actualmente no sanciona a los infractores.
Y en el informe se recomienda no implementar medidas como la Ley Hadopi francesa (que pretende regular y controlar Internet para perseguir las infracciones de copyright) o el bloqueo de sitios, porque eran muy costosas y afectaban la libertad de expresión y las leyes de privacidad.
Fuente
El reporte confeccionado a pedido del Senado helvético señala que en la situación actual, en donde la piratería está en pleno auge, las industrias del entretenimiento no pierden dinero y que además sus ganancias se mantienen constantes.
Y aunque los ingresos merman en determinadas áreas del negocio, en otras, como la asistencia a los recitales, los videojuegos, la aparición de músicos en cine y televisión, la venta de música por Internet y los gastos en merchandising, suben notablemente.
“La mayor participación de las compañías es en la venta de música: sea física o digital. Los accesorios, recitales, acuerdos con otras marcas y demás participaciones, son de nivel secundario.
No hay que olvidarse que el disco es el punto cero de todo el modelo ”, explica Diego Villanueva, director de Marketing de Warner Music.
En uno de los apartados, el informe recomienda que la industria debe adaptarse a los cambios tecnológicos y afirma que la amenaza de que estos avances frenen el desarrollo cultural no tiene fundamento. (*)
Sobre este punto incandescente, el diputado Julio Raffo (Proyecto Sur), experto en derechos autorales, explica que “lo que hizo Internet fue poner en crisis a los intermediarios, que se encargan de convertir a la obra en una mercancía y no a la creación, eso siempre va a prevalecer. Tanto las entidades recaudadoras como los sellos musicales, están amenazados en su existencia porque su paradigma pertenece a otro tiempo y en la actualidad, ir contra Internet es atentar contra la cultura ”. (**)
No es ninguna novedad que la fortaleza económica de los músicos se apuntala en los show y festivales. Aunque la obligación para que un grupo salga de gira siempre fue editar un material en algún formato.
“Esto es relativo, porque hay algunas bandas chicas que no llegan a cortar mil entradas. En la Argentina, el negocio sigue siendo vender discos.
Si la gente se baja los discos, acá perdemos . También en cierto que el modelo se diversificó y ahora no se trata de vender álbumes sentado en un sillón. Hay que estar más atento a todo lo que sucede en Internet”, señala Miguel Mora, label manager de Universal.
Para establecer una diferencia entre el que lo hace para consumo personal y el que tiene fines comerciales apuntó que no hay razones para cambiar la legislación que actualmente no sanciona a los infractores.
Y en el informe se recomienda no implementar medidas como la Ley Hadopi francesa (que pretende regular y controlar Internet para perseguir las infracciones de copyright) o el bloqueo de sitios, porque eran muy costosas y afectaban la libertad de expresión y las leyes de privacidad.
Fuente
(*) Desde el principio de la música hasta las primeras grabaciones del 1900 siempre se toco en vivo. Con el advenimiento de las primeras grabaciones los músicos se negaron a ellas por que decían que iban a perder el trabajo, que ya la gente dejaría de ir a ver recitales ya que tenían la música al alcance de su mano y en el momento que deseen (esto paso con muchas bandas de los comienzos de Jazz de las cuales no se conservan registros).
Muchas bandas (generalmente las que trabajan para grandes productoras, y el Indio también) se quejan que la piratería reduce sus ganancias. Pero hay otras que aprovechan la masividad de la piratería para hacerse conocidas, y estas ya están perteneciendo al mainstream de la música (Como Dread Mar I o Las Pastillas). Como dice en mi libro de cabecera "La dificultad de la lucha armada es hacer cercanas las distancias largas y convertir los problemas en ventajas." Sun-Tzu
(**) también hay que tener en cuenta la intención de la banda. Si toma la música como un negocio, va a ser muy dificil ya que el objetivo es ganar dinero. Si la intención de la banda es promover una cultura el mayor problema es ser escuchado entre tanta información que esta dando vuelta. En ambos casos se tiene que tomar a la banda como una empresa con la seriedad que requiera el caso y hacer un estudio de mercado para saber en donde insertarse.
Muchas bandas (generalmente las que trabajan para grandes productoras, y el Indio también) se quejan que la piratería reduce sus ganancias. Pero hay otras que aprovechan la masividad de la piratería para hacerse conocidas, y estas ya están perteneciendo al mainstream de la música (Como Dread Mar I o Las Pastillas). Como dice en mi libro de cabecera "La dificultad de la lucha armada es hacer cercanas las distancias largas y convertir los problemas en ventajas." Sun-Tzu
(**) también hay que tener en cuenta la intención de la banda. Si toma la música como un negocio, va a ser muy dificil ya que el objetivo es ganar dinero. Si la intención de la banda es promover una cultura el mayor problema es ser escuchado entre tanta información que esta dando vuelta. En ambos casos se tiene que tomar a la banda como una empresa con la seriedad que requiera el caso y hacer un estudio de mercado para saber en donde insertarse.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Dejanos tu comentario...