miércoles, 24 de abril de 2013

Miercoles Viscerales

1:12 a.m. Posted by DC No comments






Texto XIV








El río de piedras cada mañana,
Formas conocidas ya casi por todos,
Gestos amigos pero sin contacto.

A la espera de la barca que nos lleve,
A la espera gris repetida en los días.
Te veo una, te veo dos, o no te veo,
Te encuentro sola sombrero en mano.

Del otro lado, en la orilla del río
Bajo la misma espera chocamos,
Ya te conozco y tus ojos lo saben.
Solo un instante para enamorarse.

Pequeño el tiempo que dejan los días,
Y todo un viaje para amargarse.
Pequeño el vestido, pequeña mi fuerza
En las mañanas como una constante.

Te vi sin querer al regreso y a obscuras.
Cansado por el trabajo en el campo,
Cansado el camino, la noche en las manos.

Sorpresa, tu cuerpo espera parado.
Ya llegarán los corceles de escolta,
Ya en camino lo que te vuelve niebla.

Enciendo mi pipa y regreso a mirarte,
Busco en la hierba y arranco pedazos,
Excusa para verte sola esperando
Excusa para ni siquiera intentarlo.

Mañana nuevamente al río
Corriendo tras el absurdo del tiempo,
Espero la barca se atrase
Deseo se unda en el campo.

El de pantalones rayados, y así misma está su razón.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Dejanos tu comentario...