Tendé'? Fest

tl;dr: La revista cultural Tendé’? sacó su octavo ejemplar y para celebrar hizo un alto festival donde hubo bandas, espectáculos de danza, murga, pintura, teatro y dibujo en vivo.  El evento se celebró en el centro de magia y cultura Vodevil, a cuadras de la estación de Bella Vista, el sábado 20 a la noche, extendiéndose hasta las primeras horas del invierno.

Por: Luis Segovia

Beltrando me dice “iría pero soy un gil que se rompió la pierna”. Mayra me dice “iría, pero como colorada empoderada que soy, tengo que quedarme en casa de mi novio, salir con vos sería para bardos”. Mechi me dice “iría pero tengo que ir a ver papas pitufos sensuales”, Mechi es de otra dimensión. Lucha me dice “uh, quería ir, pero quiero más comer pebetes” y nada, estrujar un corazón triturado es solo remover puré.  Aye me dice “iría pero ya me puse la pijama” y aprecié la referencia a Futurama, y tiene razón: hace frío y no tira nada de nada estar afuera en la intemperie esperando el 203. Eli laburaba.

Ya fue. Voy solo, soy un hombre que no necesita acompañantes para divertirse, me miento.

Princesa Gerón en su etapa más mercantilista me había dicho, que compré números del sorteo, que difunda, que invite, hice lo mejor que pude Princesa. Compartí el evento y lo mencioné en la Kermesse de miércoles (día miércoles, de 20 a 21 por la 91.7 FM La uni), le dije que me reserve el 96 y dijo que aún no lo habían vendido.

Me estacione en frente, vi una casa como cualquier otra, amarilla, ventanas con persianas bajas, ningún cartel indicando nada, el ruido normal de una calle vacía de un barrio viejo y paquete. No había más que una persona fumando cerca de una bici atada, la miró, le señalo la puerta, la persona, que era una mujer rubia con rulos, asiente. Abro la fría puerta, y las luces y el bochinche se dejan ver a través de un pasillo de unos tres metros. Unos tipos que bebían en el pasillo complican mi entrada, que estoy gordo y emponchado. Al entrar, empieza a sentirse el calor que emana de la aglomeración humana.

Princesa Gerón fue lo primero que noté al llegar a Vodevil. Estaba detrás de la barra, yo la vi ocupada, pensé en saludarla luego y quise ver qué onda el lugar. El lugar era una casa, casona, con pasillos estrechos y habitaciones grandes desbordando arte y visitantes. Cada cuarto que entraba tenía alguna cosa genial. Veo los seis, siete, ocho espacios de la casa, patio, hall, cocina, lugar siniestro con maquina de escribir (hall del baño), veo tres puertas más pero no las traspaso. Voy hacia la barra a saludar a Princesa. “Hola Jime”, le digo, “hola salame, te iba a saludar pero te fuiste”, me dice, soy re inútil para las convenciones más clásicas, como el saludo, le digo que la vi ocupada. Ya que estaba en la barra le pido algo para tomar. Fernet, birra artesanal, Brahma… manejo Princesa… me haces un fernet virgen?

“Donde está el escenario Jime?” le pregunto y me señala al frente, en una de las puertas que no había traspasado. Veo que están ajustando unos instrumentos, me cruzo con unos conocidos del ambiente UNGS y careteo un saludo. Aviso que si tienen o pegan faso me chiflen, no había llevado por eso de estar solo, fumar en soledad es de drogón.

Se preparaba La Rebelión de Juliana, agrupación folclo revolucionaria anti patriarcal, que iban a abrir la noche. La noche sería abierta a las 20:00, pero hubo cortes de luz, culpa del frío y la creciente demanda eléctrica que va delante de la inversión estatal (que a su vez existe, a diferencia de la inversión privada). Siendo casi las 23:00 pienso: “¡que vuelteros los Tendé’?”. porque no sabía lo del corte de luz. Mientras, Perla, socia de Gerón, calentaba pizzetas a dos manos. La gente paseaba y conversaba por los diferentes espacios. Algunos dibujaban, El Rui mostraba sus dibujos en sogas de tender ropa. Los muralistas de Grand Bourg empezaban a armar un mural en una madera que solo tenía bocetado el logo de Tendé’?.

Ir a un lugar solo y saber que habrá gente conocida, a mi me incomoda, es como que te los cruzas, los saludas, y el tema de conversación se agota al toque, y te movés hacia allá y te ponés a boludear con el teléfono. Eso me puse a hacer hasta que arrancara el primer acto. Intentaba que alguno de los que sé que son aliados copados me pudiera acompañar. Los kermeseros andaban de escabio, o estudiando.  Una piba andaba descerebrada porque el ex encontró una pareja y no picaba para venir acá y en su despecho entretenerme. Aye con su fiaca no aceptaba la calidad periodística del evento ( a diferencia de la entrevista que le hizo a este gil)  y entre chiste y comentario le tiraba un palo proponiéndole que venga. Brenda laburaba hasta las once y capaz no estaba tan cansada para seguir de caravana, después de todo sería un evento tranqui. Escribí un par de cosas, aceptó (para pudrirla con el novio, je) y caía en un rato. La espera se hizo larga.

Tocó La Rebelión, y González explico el nombre del grupo, que habla de una rebelión de minas que mataron a los esposos, y como siempre en todos los nombres no tiene nada que ver con lo que quieren decir, onda, sí, la rebelión, pero no  lo demás, no llamaban a matar los esposos, sino simbólicamente matar al patriarcado(<link). La cantante habló de lo especial de la noche, que cambiaba la estación, y era verdad, mientras cerraban el ultimo acorde, la noche más larga del año empezaba.

Esperaba a Brenda. Los muralistas ahora metían figuras femeninas clásicas en el mural de Tendé’? la venus de Botticelli, la otra venus (la de piedra, la gorda que sale genialmente en Zacarramundi) y la mina del beso de Klintt. Lo cruzó a Antonio, mientras un poeta recitaba unas cosas sobre un estante lleno de calavera, Antonio me pregunta unas cosas, después corre a ver algo, es un colgado el chabón, yo me mando al medio del espacio del público que estaba lleno en el piso y paredes, justo ahí, después de estar zanqueando para llegar frente al escenario y poder ver los recitados me llega el mensaje de Brenda. Voy a la puerta, se baja de un auto, que sale a los pedos: “está enojado”, dice señalando al chofer, que es su novio. Ay dio’, porque es tan difícil conseguir acompañadores….

Igual, acompañado cambió la onda, digamos que relajó la ansiedad social. Me pedí un par de cervezas artesanales negras, que estaban ricas, y venían de unas garrafas raras. No es que me olvidé que manejaba, pero algo tenía que comprar… Mientras Brenda encontraba más y más amigos del novio, lo que la pudría un poco…

Vimos un dueto de bailaores de hip hop, que estaban re cosificables, la piba jugó con la ilusión del público que culturoso y todo siempre quiere ver piel y desde el fondo un grupo de muchachos pedían que la piba pelé más y más. Ella tiró pasos cada vez más locos, su partener aceleró, y estallaron en sincronía sin darle cabida a la gilada. Vodevil tiene un tema con el viaje del sonido, al tener tres lugares que alguna vez fueron habitaciones como zona de show, digamos un cuarto para el escenario, que se empalma con otro cuarto que hace de campo vip (ponele) y otro cuarto que hace de campo no vip (je).  Entonces los gritos que venían del fondo, se desvanecían en el medio.

En la casa había una temperatura agradable, muchos exagerados ya andaban en remerita, y los que se animaban a bailar (que eran pocos, entre las zambas y los mixes) se los veía entrar en calor que se contagiaba rápido, pero la noche fue la más fría del 2015, con Brenda salimos un toque al fondo a justamente tomar la fresca. En el fondo ocurría una de los fenómenos más extraños de la noche. Un cañaveral, que ya no suele verse en las casas, pero que es autóctono de nuestros pagos, y en ese cañaveral, entraban parejas y no salían… no sé si se habrá usado como baño, centro de orgías, fumadero, portal interdimensional, o qué, pero en el tiempo que estuvimos, pasaron varios y volvieron pocos… La curiosidad no pudo con el frío y el espíritu de auto preservación, había más cosas que ver. Pero no dejo de preguntarme a dónde están los que entraron al cañaveral.

Los chicos de La moña Suelta hicieron su espectáculo de murga histórico anti imperialista, donde representando una clase, representan la conquista y genocidio americano, antes de que se llame América este pedazo de tierra, claro. Los tonos del candombe, las pinturas en sus caras que le daban un look vampirezco y los cascos de conquistadores eran la puesta en escena. Con Brenda lo vimos de refilón al show, en el umbral de las salas para show, puesto que estaban llenas las salas, unas con gente sentada en el piso (la de adelante del escenario) y otra con gente parada (jústamente la que está atrás de esta sala). Esto hacía que la mayoría de la gente (que estaba en las salas) pudiera ver el show, no sé si eso fue planeado o se dio de una manera espontanea por la alta onda copada que había, pero estuvo muy bien.

Cuando terminó la moña no me acuerdo que hicimos, creo que tomar más birra. Escribo esta parte mucho después casi dos semanas de lo que sucedió, los recuerdos se potencian, y algunos se difuminan, pasan cosas en el medio, he tenido encuentros con algunas de las personas que estuvieron, he empezado a escribir a esta nota que poco a poco avanza pero también se convierte en algo que quiero terminar y pienso en lo qué generará, si es que generá algo. Por lo pronto espero bardear a Matías, que se quedó viendo Game of Thrones en vez de acompañarme.  El viernes siguiente fui a La herrería, me encontré con dos performer que estuvieron en el Tendé’?Fest, que fueron la parte más flashera del evento. Acrobacias, baile, y e improvisar sobre la existencia y el arte era su apuesta, la de ambas, en distintas formas. Soy un ser básico, las performers eran muy lindas, y eso me atrajo a ponerle atención. Las cuestiones ontológicas que presentaba VV no eran tan sorprendentes como su agilidad física.  Emiliana Piccini en música y Florencia Novo en danza fueron la ultima puesta, estuvo muy interesante, Emiliana tocaba, Novo bailaba y el público era interpelado en anotar en papeles repartidos al comienzo de la escena lo lo que la obra les generara, una especie de construcción colectiva del significado. Yo le manguié una birome a Brenda, que andaba con una bolsa llena de cosas y escribí algo, que no recuerdo pero tenía la palabra borcegos. Dije antes que me cruce con Florencia Novo en La Herrería, conversamos un poco, sobre la obra, ella me preguntó que escribí, le dije que era mejor el anonimato, el misterio, que de esa forma se preservaba mejor el coso mágico de esa noche me dijo que era un gil, y tiene razón…

Nos fuimos, Bella Vista estaba oscurísima, desde la esquina, justo desde las esquina, empezaba un apagón que no podía divisarse su final, yo iba para el otro lado igual. Lleve a Brenda a la casa, la camio demoró bocha en tirar calor, y hacía un frío implacable. Fuimos por Callao y Brenda me marcaba los murales nuevos, que de a poco se transforman en la referencia de los lugares lugares, ella por ejemplo vive enfrente de la Venus, a la vuelta de Noche estrellada.

Queda tanto afuera, no puedo reconstruir lo copado, no puedo dar cuenta de todo lo que se sintió, los cruces con Jimena, que me contaba bocaditos de la trastienda y todo el laburo, y todo el desgaste, y la gratificación que me imagino se debe sentir, de parir algo tan único. Algo que no existe en otro lado. Pensé en entrevistar a alguien de Tendé’? Pasan los días y capaz para la radio, capaz para… yo estoy tan hecho de limitaciones. Y estas pibas activan, y no se cansan, y la reman, y concretan. Pienso si una tiranía global es inminente, no estaría tan mal.

Imgenes extraidas de la página de facebook de Tendé`?