viernes, 10 de enero de 2014

Miércoles Viscerales (de Viernes)

11:06 p.m. Posted by DC No comments




   "Miró hacia el cielo, y una gota le golpeó la frente. Era algo, no sabía si sería la última, o recién la primera. Con lo poco de fuerza que le quedaba a esa hora cerró con fuerza los ojos, y esperó que lloviera, así las lágrimas se disfrazarían de
tempestad, al menos una que no presionara el pecho.



   El dolor de haber matado a un amigo, de haber dejado a la intemperie, a la buena de la putrefacción ese abrazo, le besaba la mejilla… cada vez más seguido.

   
   Algún Refutador de Leyendas dirá que fue el tiempo, o los caminos que nos hace tomar la vida. Pero él sabe que no es así. Que, ya sea por respeto, por no volver carne ese sentimiento, por honesto, o por boludo, fue él el que decidió situar el disparo entre los ojos, o al corazón, que para el caso es lo mismo. No fue el tiempo, no fue el amigo y sin dudas, no la mujer.

   
   Decidió olvidar, y no hay mejor forma que transformarlos en letra. Pero no supo a quién desaparecer primero. Escribirle un poema a ella, o una canción a él. Con la ida de uno, lo atormentaría el recuerdo del otro. Prefirió ya sin culpa, dejarlo ir a él; es mucho más benévolo un amor eterno que nunca será, a una amistad interrumpida, la fantasía sobre la realidad, una mentira que lo haga feliz, a una verdad que le destruya la vida.


   Pero no se culpa, las muertes suceden. Y hay algunos, sobre todo en Flores, que cambian al mejor de sus amigos por medio amor correspondido.


   En esta historia hay dos de esos."

El de pantalones rayados, y asi tambien está su razón

0 comentarios:

Publicar un comentario

Dejanos tu comentario...